El camino en Galicia discurre, a veces, por estos lares, abovedados totalmente, donde no entra el sol. Es una bendición para el peregrino que calcinado encuentra un frescor que lo recupera. Al ir bastante lesionado, las etapas se hacian eternas y en vez de llegar a las 12 al albergue llegabas a las 4 o las 5, asi es que te cogian autenticas olas de calor y estos lugares te acogian y te refrescaban. En fin, una vez mas: quien no haya hecho el camino que se ponga en marcha que nunca se arrepentirá.