viernes, 18 de abril de 2008

Regresando a Huéscar


Despues de la visita a las faldas de la Sagra, regresando a casa. Mi hijo Germán al volante, su amiga Isabel de ayudante y Pedro y yo en los asientos reservados a las personalidades. ¡¡Vamos como dos señores!!, joder, lo que realmente pasaba es que tenia un sueño de c......, por eso voy ahí, porque Germancillo hubo de ponerse a conducir para evitar males mayores.