lunes, 21 de abril de 2008

Mi hijo Gregorio

¡¡que simpático era de pequeño!!!, era un autentico trasto, pero siempre se estaba riendo. Todos decian que tenia mi carácter. Luego, como han caido lluvias torrenciales, pues eso...........una pena. Tiene 27 años y casi no me habla. Estas cosas nunca se llevan bien.